Mime la hormiga
Mime la hormiga viajera está en la ciudad de Medellín de viaje para encontrase con su amiga Luna la mariposa, ella está en el Centro Comercial Puerta del Norte y al fondo vio un tren que le gustó mucho por sus colores verde, blanco y negro. Decide seguirlo, cruza un puente largo hasta llegar a la Estación Niquía.
Empieza su recorrido, juega con las telas desde la fábrica Fabricato hasta el Parque Juanes de la Paz en Tricentenario. Al fondo identifica la terminal del Norte donde se encuentran varios buses que van a recorrer todo el país, pide un deseo cerca del Parque de los deseos y se alegra al escuchar los sonidos del centro de Medellín, evoca sus travesuras por el mundo.
Más adelante, la saludan las Gorditas de Botero. Ve a muchas personas caminar en todas las direcciones esto le indica que llegó a la estación San Antonio.
Luego, busca los letreros de color rojo de la línea B, entra al vagón siente el olor de los libros que provienen de la Biblioteca Pública Piloto en Suramericana, se maravilla al ver las grandes canchas y la piscina olímpica del Estadio Atanasio Girardot. Pasa por la quebrada La Hueso recordando la historia por el Museo Etnográfico Miguel Ángel Builes, escucha la voz de los niños del barrio Santa Lucía hasta que llega a la estación San Javier.
De allí, se encuentra a su amiga Luna la mariposa y se van a disfrutar del Graffitour de la comuna 13, no sin antes subir por las escaleras eléctricas y comerse un rico helado con el calor y frío de la eterna primavera.
La señorita Preposición
Hoy temprano fui a comprar comida a la plaza de mercado. Me encontré con mi mamá para más tarde ir con Sustantivo y mi primo Artículo al cine a ver “Pelea de conjunciones”. Me encontré con mi novio Pronombre y él me pidió matrimonio en el restaurante El Último Artículo en la noche, yo acepté y nos casamos en Verbolandia. Mi esposo después de 4 años me fue infiel con Interjección que era nuestra mejor amiga la cual íbamos con ella de aquí, para allá.
Después de un largo tiempo me separé de Pronombre por haberme sido infiel con Interjección y conocí a Claudio Sustantivo con el cual estoy muy feliz.
El niño que lo perseguían las matemáticas
Tomas un niño cansado y triste, en las tardes recuerda sus clases de matemáticas le aterran ya que, la mayoría son en la mañana a primera hora. Un día él tuvo un sueño donde los números lo perseguían para hacerle bromas y travesuras, él se asustó mucho y despertó a media noche.
Al llegar al colegio, muy tarde de lo habitual por haberse quedado en el parque jugando con las hormigas su maestro con cara de furia le dice: Señor Patiño esta es su décima tercera llegada tarde en el mes, y ni crea que lo voy a dejar entrar a clase, se va ya mismo para rectoría.
Tomas al no entender esa palabra décima tercera, pensó que su profesor se inventaba palabras raras para regañarlo, y se fue para rectoría. Mientras esperaba al rector se le aparecieron unos números en la pared, “Tomas somos tus amigos y venimos a contarte las historias del mundo paralelo de las matemáticas”.
Asombrado por las palabras pensó que estaba soñando, salió corriendo de rectoría a refugiarse en un salón, vio que cerca de la puerta se asoma un signo de porcentaje y en su mano lleva el libro del Álgebra de Baldor. Sin ninguna escapatoria, el signo misterioso se acerca sigilosamente, abre el libro y con todas sus fuerzas sumerge a Tomas entre el mar de números.
Tomás se encuentra en un arbusto de números seis que con sus largas colas se convierten en hojas, frutos y ramas, él se desliza por una gran rama. Muy asustado, se levanta y mira a todas partes, ve muchas líneas horizontales y verticales, decide seguirlas hasta que pisa un punto de intersección y llega a la cúspide de una gran pirámide que a sus lados tiene rectángulos.
Al pararse en cada rectángulo los números se suman y se duplican, él pensó mucho en las respuestas pisaba de rectángulo en rectángulo hasta que logra llegar al final. Allí la pirámide se transforma en un triángulo rectángulo de un color rojo, con una gran sonrisa le dice: Querido amigo, has resuelto muy bien las sumas ahora es momento de practicar combate con Xey y Yey.
Sin entender que había pasado Tomás por un lado estaba feliz porque después de mucho pudo sacar el resultado de las sumas, pero confundido por lo que le digo el gran triángulo rojo.
Escucha muchos ruidos, con una música pegajosa percibe destellos de luz detrás de rocas con formas geométricas, se acerca y ve estadísticas lineales, circulares que bailan al son de la música, al ver a Tomás lo atraen y todos se toman de la mano para hacer el trensito, dar vueltas y girar en circulo. Con gran entusiasmo el signo Pi pone la mejor música de su mundo, con ritmos pegajosos y divertidos. Tomás se despide de todos.
Siguió y se encontró con caminos de letras cubiertas de sangre y espadas, hasta que en el fondo ve muchas letras y números combinados en grandes grupos como enteros, naturales, reales, racionales, complejos, irracionales. Todos ellos están peleando con grandes espadas, palos y muchos quedan partidos a la mitad y en un soplo se van navegando con el viento. Corre hacia ellos, y cuando está cerca coge una espada y empieza a pelear también, derrumba a los signos negativos, los trinomios cuadrados perfectos, las fracciones. Levanta su espada y grita: Pareeen esta guerra. Todos con asombro y recelo lo miran.
-¿Quién eres tú para hacer parar nuestra guerra? dice una voz en el fondo con una sombra X.
-Soy Tomás un niño que desde hoy esta aprendiendo la importancia de las matemáticas. Ustedes son muy importantes, no deben pelearse.
-Deja de decir tonterías, este libro nos ha traído muchos problemas que no podemos resolver dice una gran Y.
-Cada uno cumple una función y entre todos hay un equilibrio que nos ayuda a comprender los procesos, es por eso que deben dialogar entre ustedes y llegar a un acuerdo.
Todos pensativos ante las palabras de Tomás deciden dialogar e intercambiar unas palabras de disculpas y reconciliación. Las grandes guerras matemáticas en el mundo paralelo se acaban. Los pares caminan con los impares, los negativos juegan a las escondidas con los negativos, las restas saltan con las sumas y los signos apuestan carreras cruzando el mar. Así la calma llega a este lugar y en un halo de luz, Tomás empieza a levitar, sale del libro de un jalón y al abrir los ojos ve el salón de clases donde se estaba escondiendo. Al ver llegar al rector lo saluda y hace un acuerdo de llegar puntual y mejorar sus notas.
Tomás desde ese día, practica más las matemáticas y se le facilita la resolución de problemas, comprendió el valor y la importancia de hacer operaciones en cada momento de su vida. A futuro desea convertirse en un contador, economista, ingeniero financiero o licenciado en matemáticas.